Te enseñamos a conocer las causas más comunes por las que tu perro ladra.
El ladrido es una de las formas más comunes de comunicación en los perros. No siempre es una señal de alarma. A veces, es sólo emoción.
Tu compañero puede ladrar porque está feliz. Un paseo, su juguete favorito o tu regreso a casa pueden detonar una ola de emoción con bailecitos de colita, ladridos e incluso puede maullar.
También puede ladrar si siente miedo o inseguridad. Ruidos fuertes, personas desconocidas o ambientes nuevos que pueden causar estrés.
La protección del territorio es otra razón frecuente. Si alguien se acerca a casa, tu perro lo hará saber con firmeza y ladridos.
El aburrimiento también puede provocar ladridos excesivos. Cuando no está teniendo suficiente estimulación y es una forma de buscar atención.
Algunos perros ladran por ansiedad, por separación pues alejarte puede generar angustia, y el ladrido es una forma de pedir consuelo.
Escuchar a otros perros ladrar puede ser un detonante. El instinto de respuesta los lleva a participar en ese coro perruno espontáneo.
Aprender a reconocer los tipos de ladrido es clave. Así sabrás cuándo tu perro busca jugar o necesita apoyo emocional.
Recuerda que una buena alimentación también influye en su comportamiento. Un perro bien nutrido está más activo y lleno de vitalidad.
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